Al momento de ausentarnos de nuestra computadora, ya sea por un breve período de tiempo o por un par de horas, contamos con varias posibilidades para hacer que nuestra PC no permanezca encendida al santo botón. Están las más conocidas que son la de apagar o bloquear la sesión, mientras que hay otras que no son tan comunes y no se usan muy a menudo. Entre ellas, están la de suspender e hibernar.
Antes de irnos a las diferencias de una y otra (con su comparación correspondiente) me gustaría que repasáramos de dónde surgen todas estas definiciones. Como ocurre con la gran mayoría de conceptos informáticos, tanto la función de suspender como la de hibernar son derivadas de un estándar, que en este caso es ACPI (Advanced Configuration and Power Interface, Interfaz de energía y configuración avanzada) el cual es utilizado por los principales sistemas operativos para administrar el apagado, reinicio y resto de opciones relacionadas con la energía.
Por poner un ejemplo, gracias a esta especificación Windows puede ordenarle al firmware (BIOS/EFI) que se apague por completo, sin tener que presionar el botón por nuestra cuenta. Quienes hemos llegado a manejar una PC de más de 30 años seguramente recordemos los antiguos mensajes de "Ahora puede apagar el equipo".
Antes de que se implementara ACPI, Windows requería que el usuario pulsara el botón de apagado; pues el sistema no podía hacerlo automáticamente.
Suspender
La funcionalidad de suspender hace que casi todos los componentes guarden su estado actual y automáticamente se apaguen, teniendo como única excepción la memoria RAM, donde se almacenarán esos valores. Esto permite que cuando reanudemos el sistema, recuperemos la sesión previa en unos pocos segundos (dependiendo de las condiciones del equipo, claro está)
Más allá de sus ventajas en materia de comodidad y del ahorro de energía, existen algunos inconvenientes eventuales que pueden generarse: El ejemplo más simbólico se da cuando hay un corte de energía, donde pierde completamente su estado anterior dado que es necesario mantener encendido el componente fundamental.
Hibernar
La hibernación, poŕ el contrario, se encarga de guardar la memoria activa en el disco duro u otra unidad de almacenamiento principal, para luego apagar el equipo por completo. De esta forma, cuando retornemos con nuestro trabajo el sistema operativo sabrá que lo hemos hibernado, y volverá a su estado anterior mediante la lectura de los datos que se almacenaron antes de accionarse.
Como ventaja, tenemos un consumo evidentemente más reducido, ya que no dejamos ningún componente encendido. También es cierto que esto último implica más lentitud al momento de retornar la carga, algo que puede aliviarse en función de la potencia de la máquina.
Windows 2000 fue de los primeros en implementar un modo de hibernación.
¿Cuál es mejor?
Depende de la situación. Si estás pensando en apagar tu computadora, pero al mismo tiempo quieres preservar una sesión de trabajo en curso, considero que lo mejor para eso es hibernar. Como mencioné en su sección, es igual que si lo estuvieras apagando, y al mismo tiempo, guardando toda la memoria en tu disco duro.
Por otra parte, si tu caso es ir a hacer una tarea dentro de tu casa que te tarde un par de horas, o simplemente tienes que ir al supermercado y volver para comprar algunas cosas indispensables, tal vez resulte más razonable la suspensión. La velocidad y la comodidad irán de la mano, ya que con apenas apretar el botón de encendido te aparecerá la pantalla de login con no más de 5 segundos de demora.
En el año 1991, dos trabajadores internos de Microsoft, Nat Brown y Scott Forstall diseñaron una herramienta para estilizar textos con varios efectos aplicados al mismo tiempo: sombras, colores con degradados e incluso transformaciones en tres dimensiones. Internamente llamó mucho la atención, implicando que al poco tiempo termine siendo implementada en Word, plasmándose finalmente con la llegada de Office 95.
El éxito se fue agrandando hasta que llegó a sus principales competidores donde crearon sus propias alternativas, algunas prácticamente idénticas a la original. En OpenOffice (y su derivada LibreOffice), por ejemplo, existe FontWork. Por su parte, Google Docs cuenta con una opción similar en la función dibujo.
Si no tienes instalado Microsoft Office u otra suite ofimática que la brinde, aquí te dejo dos maneras en las que puedes hacer un "WordArt", bien fáciles y sin tener que descargar nada.
MakeWordArt
MakeWordArt es un sitio que tiene como propósito resucitar la ya mencionada herramienta de creación de textos a través de una interfaz web. Ingresando a su sitio web aparecerá la página principal con una imitación muy particular de un programa ejecutándose en Windows 98 (bien pensado para una aplicación de estas características).
Página principal de MakeWordArt
Su funcionamiento es bien sencillo: eliges uno de los estilos de la ventana de la izquierda, y escribes el texto que desees en el cuadro de texto que aparecerá. Pulsas OK cuando estés listo, y automáticamente tendrás el resultado.
Si bien es interesante, cuenta con algunas carencias; no es posible modificar los efectos del texto, como las sombras, la profundidad, los colores ni las ondulaciones. Tan solo permite cambiar el tamaño y rotarla, funcionando como una imagen suelta. También faltan algunas estilizaciones por defecto, especialmente los verticales.
CSS-WordArt
Este es un proyecto de GitHub que contiene unos cuantos estilos de WordArt predefinidos, diseñados desde cero con lenguaje CSS. Están pensados para insertarse en otros sitios web que lo precisen, aunque también puedes utilizarlo de forma recreativa accediendo a su página de demostración.
Estando dentro podrás editarlos directamente con apenas un clic. Y si
posees conocimientos básicos de edición web, seguramente sabes que gracias al famoso Inspeccionar Elemento tienes la posibilidad de alternar sus
parámetros y agregar nuevos, pudiendo conseguir diseños a tu gusto.
Además del propósito de insertarla en una aplicación web, es posible descargarse el repositorio para que tengas accesible la utilidad incluso si no estás conectado a internet.
En el mundo de GNU/Linux (o Linux) te puedes encontrar de todo; desde entornos de escritorio personalizables por completo, hasta aplicaciones que tratan de cumplir en menor o mayor medida una utilidad similar a la que se puede encontrar en una máquina con Windows instalado. Y entre todas esas, existe una que lo hace con la tradicional herramienta de creación de dibujos de Microsoft; Paint.
Hago referencia a KolourPant, un programa para crear y manipular bocetos e imágenes desarrollado por KDE, la comunidad de desarrolladores reconocida por ser la propietaria de uno de los entornos de escritorio más famosos y usados en GNU/Linux.
Repasando sus funciones
Ventana principal
KolourPaint se nutre de todas las características básicas (y no tan) que se pueden encontrar en el programa ya mencionado. Pero además, se le suman otras que vale la pena destacar, y que en lo personal pienso que no estaría nada mal que se implementen en el anterior, como se hizo en su momento con los pinceles texturizados o con el importado de imágenes a partir de un escáner.
Transparencia
Uno de los puntos que más se le critica a Paint es la carencia de los denominados canales alfa, conocidos formalmente como el "nivel de transparencia" de los colores. En este editor, por el contrario, existen y se pueden aplicar con apenas unos clics. De más está decir que esto permite el importado de aquellos archivos que cuenten con poca o nula opacidad en determinados sectores, sin que aparezca el aviso que se perderán al guardarlos.
La paleta de colores predeterminada. Idéntica, con un pequeño agregado a la izquierda que corresponde a la transparencia.
Cargar/guardar paletas de colores
Y ya que hablamos de colores una herramienta que quizá no llame mucho la atención pero que para algunos diseñadores en específico si les pueda servir, es la posiblidad de cargar y guardar las paletas. Bastante útil especialmente para quienes delinean pixel arts.
Por si fuera poco, Microsoft Paint también contó con una característica muy similar que permitía crear y guardar paletas de colores con el formato .pal; por alguna razón solo estuvo contemplada en Windows 95.
Activar y desactivar el antialiasing
El antialiasing es un procedimiento digital que disminuye el alineado puro de las imágenes. En palabras sencillas, es el suavizado que se aplican a los trazados, al texto y a otras alineaciones.
KolourPaint nos permite activarlo muy fácilmente a través de una opción situada en el menú. Si bien no nos deja especificar la cantidad como ocurre en otros editores más avanzados, por lo menos podemos escoger si usarlo o no.
"Dibujar con antialias". Posiblemente mal traducido; en todo caso se refiere al anti-aliasing o simplemente al suavizado.
Formatos
Este programa es muy diverso en lo que respecta a soporte de formatos de archivos. Además de los tradicionales PNG, GIF, JPG/JPEG y BMP, contamos con plena compatibilidad para abrir y guardar mediante las extensiones PCX, PIC, AVIF (el equivalente de AVI para imágenes), WebP, TGA, entre otras. Aprovechando la ocasión, podemos ajustar la calidad y/o la profundidad de colores, dependiendo de la que hayamos escogido.
Efectos/filtros
Para un editor considerablemente básico (con la mencionada comparación) no resulta sorprendente que esta funcionalidad no haya sido implementada, o en su defecto venga con recortes. Pero en este caso, disponemos un total de ocho efectos que podemos insertar. Cada uno posee sus propias configuraciones.
Y esto son solo algunos. Dentro del menú Imagen nos topamos con el de hacer monocromática la imagen y aplicarle una capa de desenfoque
De todos los que acabamos de ver, en el Paint tradicional como mucho encontramos el de invertir y el monocromado. Quizá se me escapó alguno más, aunque de todas formas las cantidades son muy distantes entre ambas.
Compatibilidad
Siendo una herramienta nativa de un escritorio (o mejor dicho, proyecto) de GNU/Linux, más de uno considerará que es algo que solamente se podrá usar en ese sistema. Pues debo decir que eso está muy lejos de la realidad; hay diversos ports que permiten su instalación tanto en Windows como en Mac OS, incluso para FreeBSD.
Para Windows, KDE compila varias de sus aplicaciones en su sitio Binary Factory. Entre ellas se encuentra KolourPaint, el cual puede ser descargado aquí, En el caso de Mac, puedes usar MacPorts para instalarlo, mediante la siguiente línea de comandos en tu terminal.
sudo port install kolourpaint
FreeBSD, por su parte, cuenta con su tradicional portal FreshPorts. Aquí se muestran detalladamente sus pasos para realizar su correspondiente instalación.
Recopilatorio en video
Hace un tiempo subí un video en YouTube donde repasaba algunas alternativas muy parecidas al Paint (y una que lo imitaba directamente), de las cuales se encuentra esta. Se los comparto para que le den un vistazo.
Como hago cada comienzo de año, voy a darle la bienvenida al entrante en mi blog mediante un resumen de lo que fue, y de lo que planeo hacer en los próximos meses.
Pequeño repaso, y un poco lo que se viene
Este año saliente tiene como frutilla de torta la cantidad de dedicación que le he asignado; pues ha sido el que más entradas tuvo (un total de 59), cuando anteriormente en raras ocasiones llegaba a la decena. Esto sumado a que me puse a importar un par de páginas internas de mi viejo sitio web como las de los códigos sueltos en HTML, CSS y Javascript, incluyendo sus botones interactivos para copiar cada uno. Ahora que veo, parecen no estar funcionando adecuadamente, por lo que me pondré a revisarlos lo antes posible.
Y ya para este 2023 que acaba de iniciarse, además de continuar con el compromiso de traerles nuevos artículos, es reanudar la importación de páginas que les comentaba. Y por qué no, seguir creando alguna que otra nueva que tenga en mente. A lo mejor, en un futuro no tan lejano las podrán ir descubriendo :)
Buenas noticias para los amantes de los productos de Google. Pues resulta que hace cuestión de unas pocas horas, la marca reconocida por su famoso buscador ha demostrado contar con todas las intenciones de revivir Google+, uno de los tantos intentos de esta empresa por hacer la de Mark Zuckerberg y crear una red social cuyo único objetivo sea el de socializar.
A pesar de los múltiples fracasos previos, finalmente lo volverán a intentar... porque como dice el dicho, la única batalla que se pierde es la que se abandona...
Imagina la siguiente situación: estás en la computadora de tu trabajo y se encuentra conectada a una red Wi-Fi. En determinado momento alguien te pregunta cuál es su contraseña; bien puede suceder que no la recuerdes y no tengas algún compañero que la sepa, o simplemente prefieres decirla por tu cuenta con tal de quedar bien con esa persona.
Afortunadamente, y en contraparte a gran parte de los sistemas operativos móviles, Windows permite visualizar las credenciales de todas las conexiones inalámbricas a internet que se realizaron. Esto es posible ya que cada vez que nos conectamos a una, se guardan todos sus datos incluyendo la clave de red, con el propósito de que en futuro podamos volver a meternos sin necesidad de reintroducir la información requerida. Hacerlo es bastante fácil; a continuación te indico paso por paso cómo, sin precisar que te descargues nada adicional.
Paso a paso
La manera más práctica (y la que vamos a seguir a continuación) es ir al centro de redes y recursos compartidos del panel de control tradicional. Para eso, usaremos un comando que nos dejará abrir directamente el applet correspondiente y no tengamos que ir navegando por otras secciones. Para ingresar, pulsamos la combinación Windows + R y escribimos el siguiente código:
Una vez abierto, hacemos clic en el siguiente enlace marcado con un cuadro anaranjado:
Nos aparecerá la siguiente ventana, donde se nos mostrará los siguientes datos relacionados a la conexión Wireless activa en nuestro equipo. En nuestro caso, haremos clic en el botón Propiedades inalámbricas.
Finalmente, y en la última ventanita que se abrirá, nos dirijimos a la pestaña "Seguridad" y marcamos el casillero "Mostrar caracteres". Si hicieron todo al pie de la letra, les mostrará algo idéntico a esto:
En el cuadro de texto referente a la clave de seguridad de la red es el que corresponde a la última contraseña que se usó para conectarse a la red Wi-Fi. Como pueden ver, es bien fácil y no precisan de ninguna herramienta externa.
Ya es bien sabido (y lo he mencionado varias veces en el blog) que prácticamente desde sus comienzos, Microsoft Office es la suite de oficina más utilizada en el mercado, a tal punto de que se ha convertido la principal referencia en su materia; con competidores de por medio, por supuesto, pero con la suerte de permanecer hace más de 25 años en ese escalón.
Sin embargo, hace ya un buen tiempo se ha venido circulando la noticia de que esta famosa paquetería tiene los días contados. O por lo menos, va a suponer un cambio radical que implicará, entre otras cosas, deshacerse de su histórica nomenclatura de hace más de 30 años que será reemplazada por otra que hace bastante tiempo se dio a conocer.
¿Qué sucederá exactamente?
Lo más notorio a simple vista es un cambio de marca; Microsoft Office, tal y como lo conocemos a día de hoy dejará de denominarse de esa forma. En su lugar, lucirá un nuevo logotipo y llevará el nombre de Microsoft 365, el cual ya está siendo utilizado desde hace un par de años para referirse al modelo de suscripción de la suite (antes conocido como Office 365).
Logo de Microsoft 365
Esto también implicará que tanto el sitio web principal como las aplicaciones de las tiendas correspondientes (ya sea las disponibles para dispositivos móviles como las de ordenadores) se renueven con la novel imagen, abandonando la de Office. En definitiva, se trata de un cambio más que nada estético y no tanto en lo que respecta a su funcionamiento, por lo menos si hablamos en un corto plazo, ya que la propia compañía anunció que a futuro se darán diversas mejoras en los productos que lo componen.
Según se menciona en el sitio oficial de Microsoft, estas sustituciones se comenzaron a implementar en noviembre en Office.com, y se extendarán hasta principios del año que viene donde se realizarán las modificaciones pertinentes en la app, la cual se relanzará bajo el novel sello de Microsoft 365.
¿Esto significa que las aplicaciones no se descontinuarán? ¿Podré llegar a perder mi licencia tras el cambio?
Para nada. Todos los programas que derivaban de Office seguirán con su soporte convencional, al mismo tiempo que las licencias que hayas adquirido no se perderán. Si que es cierto que a futuro llegarán nuevas improvisaciones y la llegada de alguna aplicación nueva que ya se ha anunciado, pero eso no significa que tu perfil en línea se pierda ni mucho menos. Como mencioné recién, la modificación se aplica como un cambio de marca.