Cómo deshabilitar las aplicaciones preinstaladas en Windows

31 de diciembre de 2023

 

Generalmente, los sistemas operativos suelen venir cargados de distintas aplicaciones complementarias que permiten mejorar la experiencia del usuario, dándonos acceso sencillo y práctico a tareas básicas y no tanto; como por ejemplo, realizar un cálculo, escribir un pequeño documento para un trabajo o tarea, hacer un simple dibujo o editar un video con efectos especiales y música ambientalista son algunas de las cosas que se podrían conseguir. Cada sistema las trae según la manera que las considere necesario.

En el caso de Windows, siempre se dotó de programas de todo tipo, donde podemos mencionar editores de texto con y sin formato, manipuladores de imágenes, exploradores de archivos y de web, entre otros. Si bien es cierto que en cierto modo resulta ser ventajoso en el sentido de brindarnos utilidades para tareas diferentes, por el otro existen determinadas oportunidades donde termina funcionando más como un elemento fastidioso a una herramienta poderosa para el usuario final. Afortunadamente, la gran mayoría de ellas pueden desactivarse e impedir que se crucen en todo momento.

Panel de control

En gran parte de las versiones de Windows (al menos las antiguas hasta el 7), este método es considerado como el principal método, pues estamos hablando de la llave maestra para ajustar los distintos detalles nativos del sistema operativo nativos.  Entre ellos, es infaltable la posibilidad de remover aquellas aplicaciones que ya no queramos tener en nuestro equipo.
Si estás en Windows 8.x o o posteriores, quizá te sirva usar la aplicación; aunque si te resulta más cómodo su antecesor, pues adelante.
 
 
Dentro del programa, accedemos al vínculo «Desinstalar un programa» situado en la sección Programas. Nos aparecerá una ventana similar a la de la siguiente captura.
 

En el listado, elegimos la aplicación con la que queramos deshacernos. Le hacemos doble clic. Automáticamente comenzará el proceso correspondiente; en la mayoría de ocasiones, es probable que les solicite permisos de administrador.

Configuración moderna

A partir de Windows 8, podemos hacer uso de la famosa aplicación que sustituye parcialmente al panel de control. Como ventaja frente al anterior método, es posible desinstalar las apps modernas que conseguimos en la tienda.
Dado a que esta característica cambia dependiendo de lanzamiento, será mejor repasarlo gráficamente en Windows 10 y 11.

Antes que nada, hay que tener en consideración que muchas de las que se muestran son prácticamente imposibles de eliminar, puesto que forman parte del sistema interno y dependen de otras funcionalidades.

Windows 10

Accedemos al menú inicio, y presionamos la tuerca que aparece en la barra izquierda. Si no la logramos ubicar, es posible buscarla por su nombre usando el buscador del mismo elemento.

Cuando la tengamos abierta, nos situamos en el apartado «Aplicaciones»
Estando dentro, aparecerá una lista con las aplicaciones instaladas; tanto las tradicionales, como las que usan librerías modernas y no aparecen en el clásico panel de control. Para desinstalar una, la seleccionamos y hacemos clic en el botón de «Desinstalar» que aparecerá; tengamos en mente que algunas imprescindibles para el sistema lo tendrá deshabilitado, implicando que no podremos deshacernos de ellas con este método.
 

Windows 11

Entramos al menú inicio, y buscamos la app de configuración. Normalmente está anclada dentro del resto de atajos, por lo que no será difícil tenerla a mano; de lo contrario, está la opción de buscarla al igual que el anterior lanzamiento.

Situados en la utilidad, cliqueamos en la sección «Aplicaciones» del panel apilado en la izquierda de la ventana.


Un clic a «Aplicaciones y características», y tendremos un apartado con otra lista para desinstalar las apps a criterio nuestro (siempre y cuando podamos, claramente :) ).

 

PowerShell

Conocida como el sucesor del símbolo del sistema (CMD) PowerShell permite hacer una larga lista de tareas técnicas, a partir de una interfaz de línea de comandos. Entre todas las cosas que estamos habilitados a lograr, no puede faltar una que permita agregar y retirar una determinada cantidad de aplicaciones. En este caso particular, podremos agregar y eliminar las aplicaciones que corresponda; algo similar a lo que ocurre en Linux con los gestores de paquetes.

P´rimero debemos ejecutar PowerShell como administrador. En el intérprete de comandos, colocaremos Get-AppxPackage.

Al cabo de varios segundos, irá apareciendo un listado con todos los paquetes correspondientes a las apps que tengamos instaladas, con una cantidad de datos cada uno.


De todos ellos, el parámetro que nos va a servir para el procedimiento es Name. Seleccionan el nombre y presionan clic derecho para copiarlo al portapapeles. Hecho eso, meten el comando Get-AppxPackage nombreSeleccionado | Remove-AppxPackage (donde dice nombreSeleccionado, pegan lo que acaban de copiar). Por ejemplo, si queremos quitar la app de fotos preinstalada en Windows, deberemos ingresar  Get-AppxPackage Microsoft.Windows.Photos | Remove-AppxPackage.

Una vez culminado, no nos debe decir nada más. Simplemente creará una nueva línea con el intérprete sin más.

Versión en video

Así como hice en otros tutoriales, este también cuenta con su versión en video, subida directamente a mi canal de YouTube. Te la dejo por si deseas verlo desde otra perspectiva, ya de paso más extendida.



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Cómo desactivar el control de cuentas de usuario

18 de diciembre de 2023



Al momento de abrir un programa con permisos de administrador en Windows, nos aparece una ventana la cual solicita que proporcionemos una confirmación antes de ir con la ejecución, o bien ingresar una contraseña adecuada en caso que no tengamos la correspondiente autorización. Esta característica se denomina Control de Cuentas de Usuario, conocida comúnmente por sus siglas UAC.
 
Si bien con ella disponemos de un paso extra de seguridad que nos hace pensar dos veces si realmente necesitamos darle permiso a un programa determinado, al mismo tiempo puede resultar ser molesto realizarlo constantemente, muy en especial si ya sabemos de antemano su funcionamiento. De hecho, en su momento mencioné que una de las cosas por las cuales Windows Vista fue objeto de críticas es precisamente por la insistencia de esta funcionalidad.

Afortunadamente, existen varias maneras de desactivarla y de este modo saltearse este paso cuando abramos programas o scripts que lo requieran.

Método 1

Este procedimiento funciona a partir de Windows 7 (en Vista cambia un poco la forma, por lo que lo abarcaré más adelante en este artículo). Para hacerlo, primero debemos dirigirnos al panel de control. En Windows 8 y posteriores, la forma más práctica de abrirlo es presionando la tecla Windows + R, e introduciendo "control".




Dentro nos situamos en el cuadro de búsqueda, y escribimos «uac». Tendremos un panorama similar al siguiente.

 

Seleccionamos la opción Cambiar configuración de Control de cuentas de usuario del elemento que aparecerá en los resultados.
 
Hecho eso, se mostrará una ventana nueva con un indicador de cuatro opciones. La más alta hace que la herramienta esté presente en todo momento, mientras que la más baja impide que aparezca la notificación cuando se estén ejecutando este tipo de aplicaciones, anulándola por completo. En nuestro caso, simplemente la bajamos hacia abajo del todo, y le damos clic en Aceptar. Con eso, ya estará el control de cuentas desactivado totalmente


Método 2

Windows Vista (que fue el primer lanzamiento en implementar el UAC) posee una manera distinta de desactivarlo, en comparación al resto. Aunque no hay muchas diferencias; al comienzo ya es básicamente lo mismo. 
Para empezar, accedemos al panel de control.
 

Ahora buscamos la palabra «uac». Debe aparecer una página idéntica a la de la siguiente captura; en ella, haremos clic en la opción Activar o desactivar el Control de cuentas de usuario (UAC) que está acompañada con un escudo. Puede ser que la misma característica nos pida proporcionar una confirmación.

 
Nos redireccionará a un apartado del mismo panel. Aquí solamente tendremos que desactivar el casillero que dice Usar el control de cuentas de usuario (UAC) para ayudar a proteger el equipo.
 
Tras aceptar los cambios, ya les quedaría la funcionalidad deshabilitada.
 

Versión en video

Si quieres verlo desde otra perspectiva, puedes pasarte por la versión en video subida a mi canal de YouTube hace un tiempo.
 




 


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Cómo instalar Windows Media Center en Windows 10 y 11 (64 bits)

30 de noviembre de 2023

Windows Media Center fue una de las utilidades multimedia que más impacto ha tenido en el sistema operativo de Microsoft. Si bien se pensó para ser implementada en televisores y aquellos electrodomésticos «Home Theather», muchos de los que lo usamos lo aplicamos más como una interfaz alternativa en su lugar, como si de una consola de videojuegos se tratase. También están los casos donde tan solo lo abriamos para curiosear; a quién no le ha gustado pasearse por las transiciones y efectos especiales modernos que traía consigo el diseño.

Su primera incorporación estable se dio en una edición de Windows XP, que llevaba el mismo nombre (Media Center Edition). Tras el arrivo del Vista, pasó a estar preinstalado en más ediciones independientes, recibiendo a la par una notoria remodelación de su interfaz gráfica para adaptarse al estilo de Aero. Posteriormente en Windows 7 se nutrió de pequeños añadidos a nivel de funcionalidades, sin afectar en gran medida la experiencia del usuario.

Finalmente, Microsoft decidió dejarla a un lado y no seguir actualizándola, siendo Windows 8.1 Pro la última versión del sistema que la anexó. Sin embargo, existe un repositorio donde consiguieron reimplementarla para ser utilizada en las últimas versiones de Windows.

Antes de comenzar, recuerden que este método solo funciona en equipos de 64 bits, ya que los ejecutables que se extrajeron del programa original fueron diseñados para esa arquitectura.

Paso a paso

Para poder instalar el Media Center en nuestra PC, ingresaremos a este enlace, que corresponde al propio programa subido a Internet Archive por el usuario Shreyan Jain. Si no encuentran la descarga correspondiente y quiere hacerlo directamente, hagan clic aquí para acceder al archivo.

Les dejará un extraíble con el nombre de WMC-V8.8.5.zip. Lo extraen haciéndole clic derecho y pulsando la opción "Extraer todo...". No hace falta aplicaciones de terceros; ya el propio explorador de archivos nativo puede hacerlo sin más.

Luego de la extracción, nos quedará una carpeta con el siguiente contenido:

Ahora debemos ejecutar el archivo _TestRights.cmd como administrador. Este se encargará de comprobar el sistema ante alguna dificultad que puedan tener relacionada a los permisos de usuario; no es normal que suceda, pero siempre es mejor estar seguros de ello. Si salió todo bien, la ventana de consola se abre y cierra en cuestión de segundos.

Tras la anterior comprobación, ya pueden instalar el Media Center. Esta descarga cuenta con dos ediciones; una que es la tradicional de toda la vida, y otra que sus gráficas son de color verde en lugar de azul. Para la primera, ejecutan el script InstallerBLUE.cmd también como administrador; por el contrario, si quieren la segunda, hacen lo mismo pero con InstallerGREEN.cmd en su lugar.

El Windows Media Center tradicional (de Windows 7)

Windows Media Center, con skin verde

Ambas poseen exactamente las mismas funcionalidades. La particularidad es que se cambian las imágenes, cambiando levemente la piel del programa.

Cuando haya terminado la instalación, presionan una tecla para culminar el proceso.

Con eso ya tienen el Windows Media Center instalado en su equipo. Para abrirlo, pueden usar el acceso directo que se les creó automáticamente en el escritorio, o bien con la búsqueda del menú inicio.

 
Si en algún momento desean desinstarlo, regresan a la carpeta que extrajeron en el primer paso, y abren el archivo Uninstaller.bat (como administrador).

Versión en video

Hace un tiempo abarqué este mismo procedimiento en un video de mi canal de YouTube. Te lo dejo si deseas verlo desde otra perspectiva.


 

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Los navegadores web y su compatibilidad con Windows 7 (y 8.1)

31 de octubre de 2023

Los navegadores web son una de las principales herramientas informáticas que utilizamos en nuestra vida cotidiana, y que nos sirven para la mayor parte de las actividades que se realizan en internet; desde realizar búsquedas sencillas hasta visualizar series y películas, pasando por la interacción con las redes sociales y otras plataformas de contenido de terceros. En el caso de los dispositivos móviles, su uso está derivado en las apps.

Como ocurre con la mayoría de aplicaciones, cada tanto van recibiendo distintas implementaciones que traen consigo mejoras en materia de seguridad, al mismo tiempo de incorporar características nuevas o mejoradas. Y para ello, también es imprescindible que el sistema operativo se encuentre en las mismas condiciones y que siga siendo soportado por parte de su desarrollador. 

Con esto en consideración, el soporte para Windows 8.1 culminó el 10 de enero de 2023, mientras que el 7 lo hizo tres años antes, en enero de 2020. A pesar de las fechas, varios de estos programas continúan otorgándole actualizaciones por un tiempo. Veamos las situaciones de cada uno de los más populares del mercado a día de hoy.

Google Chrome

El navegador del famoso buscador hace varios meses que dejó de ser compatible con los dos sistemas. La última actualización que estuvo disponible para los lanzamientos de Windows 7 y 8.1 fue la 109, lanzada en febrero de este año a la fecha de la entrada (2023). A partir de la 110, solamente es funcional en Windows 10 y 11. 

Para conseguirla en esos entornos, simplemente debemos dirigirnos a su sitio oficial y usar el enlace de descarga correspondiente. El instalador detectará que estamos en una versión obsoleta, y nos derivará automáticamente a la última que podamos tener ahí.

Al intentar actualizar, nos pedirá cambiar la versión del sistema operativo.

Mozilla Firefox

El caso de Firefox es distinto. Si bien las versiones más recientes no son compatibles, todavía siguen en funcionamiento la edición de soporte extendido (ESR) que continúa dando parches y actualizaciones de seguridad. Por ende, ambos lanzamientos continuarán nutriéndose de ellas, más allá que no reciban las nuevas funciones. Aunque tampoco hay que ilusionarse mucho, ya que esta extensión continuará disponible hasta septiembre de 2024, momento en el que se lance la nueva entrega extendida que suplante a la actual.

Firefox 115, la última versión de soporte extendido disponible para Windows 7, 8 y 8.1.

Opera

Opera siempre fue considerado como uno de los navegadores más oportunistas con las versiones longevas de Windows. Por poner un ejemplo, fue el último de los populares en brindar soporte a Windows 98, motivo por el cual lo usé en uno de los videos de la serie Navegando por la web en el año 2020.


Pues, parece ser que esa tradición lamentablemente llegó a su fin. Probablemente el fundamento pudo darse por estar basado en Chromium, que también cesó su desarrollo en lanzamientos inferiores a Windows 10 y exige actualizar los requisitos mínimos para dejar el motor a la última; caso similar ocurre con aplicaciones que usan su base como Steam, que recientemente hizo un anuncio mencionando la situación.

La última versión disponible de Opera es la 95, que data de febrero de 2023. Al igual que ocurre con Chrome, se puede usar su instalador disponible desde la web para descargarla.

Edge (Chromium)

El sustituto de Internet Explorer (que en sus inicios era exclusivo de Windows 10 hasta que cambió su motor), tampoco sigue brindando sus actualizaciones más recientes de funcionalidades. El último lanzamiento disponible es de principios de 2023, lo que lo deja en una situación parecida a la de otros navegadores que utilizan sus mismos cimientos.

Siendo oficial de Microsoft, no sorprende que esté así. Sin embargo, la página del programa nos ofrece un hipervínculo aparte para descargarlo en estos sistemas.

El sitio web de Microsoft Edge brinda una opción para descargarlo en lanzamientos anteriores.


¿Qué hay del resto?

Fuera de los más conocidos y utilizados, siempre podemos encontrarnos con otras opciones disponibles. Si nos vamos a aquellos que se basan en Firefox (en contraparte a las de Chromium) tenemos a Pale Moon, que se distingue en gran medida por su plena compatibilidad con varias de las extensiones antiguas de Mozilla (previo a que se pasaran a la plataforma Webextensions) y los temas completos, que nos habilitan a cambiar enteramente su apariencia.

También está K-Meleon, que se conoce popularmente por ser amigable con los sistemas operativos de antaño. Con esto en mente, sigue funcionando en Windows XP si cuentas con el Service Pack 2 instalado. Eso sí, para poder navegar en las mejores condiciones, se requiere la instalación de un par de librerías que puedes encontrar en su foro.

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El fin de Wordpad

3 de octubre de 2023

 


El famoso procesador de textos básico incorporado de serie con Windows durante varias décadas tiene los días contados, y dirá adiós en una próxima versión.

Hace un par de meses, más precisamente a principios de septiembre, Microsoft agregó a WordPad en su listado de servicios y características obsoletas que puede visitarse en su sitio web. La justificación deriva en que en este último tiempo no se le estuvo aplicando ninguna actualización, algo que a priori no sorprende a sabiendas que efectivamente no recibió novedades desde su última remodelación en Windows 7, y que a diferencia de otras aplicaciones que recientemente volvieron a adaptarse, esta quedó a mitad del camino. En el motivo se indicaron dos alternativas para reemplazarlo; el bloc de notas para la edición de documentos en texto sin formato, y Microsoft Word para la creación de aquellos que si lo dispongan; esta última no muy equiparable en realidad puesto que es de pago (y mucho más avanzada).

Según la anterior página, el editor sería descontinuado en "un futuro lanzamiento de Windows". Todos los rumores apuntan a que se tratará de la primera que sigue, que lo más probable es que se denomine Windows 12

Un poco de su historia

Antes del surgimiento de WordPad, existía una aplicación que también venía de fábrica con Windows. Se llamaba Write, y fue traía al sistema desde Windows 1.01 donde en su momento cumplía casi con las mismas funciones, con la obviedad de estar reducida en opciones. Duró hasta Windows 3.11, donde la siguiente versión lo sustituiría por el actual.

Ya en sus primeras entregas, WordPad gozaba de funcionalidades bien básicas comparadas con las de Word, aunque por lo menos se contaba con lo imprescindible: cambiar tipografía, tamaño y color del texto, alternar negritas, cursiva y subrayado y elegir la orientación del párrafo. También dejaba listar elementos e insertar la fecha y hora del equipo.

WordPad en Windows 98.

Durante el transcurso de los años se estuvo nutriendo de diversas modificaciones, como la adición de fuentes Unicode o la supresión del soporte para archivos .doc por temas de compatibilidad. Su última gran actualización se dio en Windows 7, donde al igual que en otras herramientas hermanas, adapta la icónica interfaz Ribbon y deja a un lado las barras tradicionales.

En Windows 7, WordPad recibió su última gran actualización.

A partir de ese momento, el susodicho programa no volvería a recibir ninguna implementación nueva, más que alguna corrección de errores muy puntual y/o que estuviera relacionada con otro sector del sistema o aplicación en particular. Si vemos el que trae Windows 10 y lo comparamos con la captura previa, podremos notar que es idéntico casi en su totalidad; como mucho se alterna el diseño de la cinta de pestañas, aunque eso se debe a la renovación de las librerías, cambio que también sufrió Paint en ese momento.

WordPad en Windows 10.

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¿Por qué casi no hay virus en Linux?

25 de septiembre de 2023

 

Hace un buen tiempo en este mismo blog les comenté cuatro ventajas de usar Linux, donde uno de esos incentivos era la baja cantidad de malware que posee. Esto en contraparte a Windows, que es conocido popularmente como el sistema operativo de PC más vulnerable, habiendo sido criticado históricamente por esa situación.

Pues bien, en esta entrada me gustaría abarcar más a fondo este aspecto, considerando que en varias oportunidades han surgido muchas dudas sobre su veracidad; más allá que en cierto modo es razonable la carencia de estos programas.

Experiencia del usuario común

A diferencia de Windows que prácticamente siempre viene preinstalado en los equipos (salvo unas pocas excepciones), los usuarios que usamos Linux solemos estar más experimentados con la informática en si, a sabiendas que, más allá que pueda resultarnos sencillo, nos hemos animado a instalar otro sistema operativo. Por el contrario, un usuario novato o que usa con escasa frecuencia una computadora tiende por desconocimiento a ser menos precavido, siendo frecuente que intenten descargar aplicaciones por las vías fáciles; la más común es que terminen cayendo en aquellas páginas web que recopilan software y que en lugar de redireccionarte a su sitio oficial, poseen instaladores cargados de adware al puro estilo de Softonic Downloader.

De hecho, en Linux la manera habitual en la que se instalan aplicaciones y librerías es mediante los repositorios oficiales de las distribuciones, donde uno sabe que encuentra directamente los paquetes conocidos. En su defecto, también se ha puesto de moda usar gestores externos como Flathub o Snapcraft, los cuales disponen de políticas de publicación sumadas a un proceso de revisión previo a que se plasmen en la galería.

GNOME Software, un frontend que muestra toda la paquetería disponible para descargar e instalar plasmada en una moderna tienda de aplicaciones.

La baja cuota de mercado

Cuando un ciberdelincuente desarrolla un software malicioso su objetivo es bien claro; dar el mayor impacto posible. Esto implica que deberá alcanzar la cantidad más alta de víctimas posibles, por lo que es evidente que si llega a hacer un virus en el SO del pingüino no va a conseguir tanto éxito, en contraparte con Windows que es usado en casi un 70% de las computadoras. O en cierta medida con Mac OS, que supera el 20% según la misma estadística.
 

 Según datos de Statista, en julio de 2023 Windows predomina el mercado de sistemas operativos en PC con un 69,52%

En efecto, es normal que el malware disponible para esa plataforma lo sea del mismo modo para el resto de sistemas operativos; un ejemplo son los ransonware, que en los últimos años comenzaron a propagarse masivamente gracias a sus adaptaciones. Incluso ya existen entornos de trabajo que facilitan el desarrollo de código malicioso para estos casos.

Diversificación

Una de las particularidades que posee GNU/Linux es la forma en la que se distribuye; en vez de tratarse de una copia única por versión como sucede con los más utilizados, se divide a través de las denominadas distribuciones. Cada una está compuesta por distintos paquetes que corresponden tanto a bibliotecas como aplicaciones, incluyendo obviamente su gestor que permite su descarga, eliminación y actualización.

También pueden encontrarse otras peculiaridades en lo que respecta a la estructura de los sistemas de archivos. Un claro ejemplo ocurre en el directorio en el que se montan las particiones; en algunas distribuciones se usa /run/media, mientras que las demás lo hacen directamente desde /media/nombredeusuario. En este artículo expliqué en detalle cómo se organizan los directorios en Linux, y qué diferencias hay en comparación a otros SO.

 La organización de ficheros en Linux puede variar según la distribución. Así se ven en una instalación limpia de Debian.

En definitiva, toda esta diversificación es otra barrera importante para el desarrollo de malware dentro de Linux. Básicamente, si alguien quisiera incrustar un virus en un paquete, lo más conveniente es que haga distintos procedimientos para cada distribución (al menos sobre las más usadas, DEB, RPM y Pacman).

 

¿Crees que puede existir otro motivo que justifique la muy baja cantidad de malware en Linux?

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Microsoft Office volverá a cambiar su tipografía después de 15 años

22 de agosto de 2023


Si te menciono a Times New Roman o a Calibri, seguramente lo primero que se te venga a la cabeza es Microsoft Office. En teoría tiene bastante sentido, ya que estamos hablando de dos de sus principales tipografías que en su momento venían seleccionadas de forma predeterminada cada vez que creábamos un documento nuevo en cualquiera de sus productos. Ambas fueron apareciendo en distintos lanzamientos y circunstancias.

La primera, Times New Roman, fue creada en 1932 y se diseñó exclusivamente para el periódico The Times de Londres. Medio siglo más tarde fue digitalizada y adaptada por Microsoft para ser implementada en sus sistemas, haciendo que aquellos programas compatibles la pudieran ofrecer; entre ellos estaba Word, que desde un principio la colocaba como cabecera. Es importante mencionar que en las primeras versiones de Office, la mayoría de sus aplicaciones tenían a Arial como la predeterminada; aunque en determinado tiempo varias se han ido sumando a la anterior con cada documento que creáramos.

 

Hasta Office 2003, Times New Roman acompañaba a cada documento recién creado de la suite.

Con la llegada de Office 2007, y a sabiendas de los cambios radicales en la apariencia que incluyeron la implementación de la interfaz Ribbon, el esquema de diseño en los archivos no se quedaría atrás y también recibiría modificaciones; Dentro de ellas se encuentra la tipografía por defecto, que pasó a ser Calibri.

Fue diseñada entre el 2002 y 2004 por el diseñador tipográfico Luc(as) de Groot como parte de una petición de la compañía de agregar fuentes a la futura versión de su sistema operativo (refiriéndose en aquel entonces Windows Vista). Con esto también se intentó potenciar el uso de la tecnología ClearType.

Calibri es la fuente que usan las aplicaciones de Office desde la versión 2007. (Al menos, hasta la fecha).

En abril de 2021, Microsoft consideró que era necesario comenzar a planificar el cambio de la tipografía predefinida, por lo que pusieron a disposición cinco de ellas que serían elegidas por el público. Luego de una extensa votación llevada a cabo a través de Twitter sumado a las sugerencias de su feedback, hace unas semanas se eligió Bierstadt, que rápidamente fue renombrada y terminó quedando en Aptos como la sustituta de Calibri.

 

Aptos reemplazará a Calibri como fuente predeterminada, después de más de una década y media

Según se menciona en un artículo de Microsoft Design publicado en Medium, esta mudanza se da teniendo en consideración la modernización de los dispositivos, haciendo énfasis en los tipos y tamaños de pantallas y en el uso que se le aplica a la tecnología hoy en día.

Aptos comenzará a estar disponible paulatinamente a partir de las próximas actualizaciones de Microsoft 365, al mismo tiempo de su edición extendida. Cabe aclarar que Calibri seguirá estando incorporada opcionalmente, por lo que no tendrás inconvenientes la usas con frecuencia.

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Cómo crear mensajes de error personalizados en Windows

31 de julio de 2023

Una de las cosas que caracterizan a Windows (más incluso que cualquier otro sistema operativo) son los mensajes de alerta. Se resplandecieron prácticamente desde sus primeros lanzamientos, mostrándose como cuadros de diálogo que se abren para avisarnos de distintos sucesos que acontecen en nuestro equipo, ya sea surgiendo de un programa en particular o en un servicio que se encuentre activo dentro del sistema.

Gracias al intérpete de lenguaje VBScript incorporado dentro de Windows sumado a la función MessageBox que incorpora, es posible crearlos y mostrarlos con apenas abrir un archivo, fácilmente y sin requerir conocimientos específicos. Es por eso que a continuación, te mostraré cómo puedes crear tus propios mensajes haciendo uso de la clase mencionada nativamente.

 

Paso por paso

Primero tenemos que abrir un editor de texto sin formato. Puede ser uno simple como el Bloc de notas, o alguno más avanzado como Notepad++ o Visual Studio Code. Yo me decantaré por el primero, que ya de paso viene de fábrica.

Una vez dentro, introducimos el siguiente código en un documento nuevo:

msg=msgbox("Cuerpo del mensaje",número,"Título")

Como les comentaba en el segundo párrafo, este fragmento corresponde a una ventana de la función MessageBox de VBScript, que se encargará de abrir la ventana de diálogo. En este caso, disponen de los siguientes parámetros:
  • En Cuerpo del mensaje se introduce el contenido del mensaje que quieren mostrar en el diálogo (siempre dentro de las comillas).
  • En número se establece el icono y el grupo de botones que acompañarán el texto, ya sean de error, advertencia, información o exclamación. Se compone de un número que se obtiene a partir de las siguientes listas:

Botones 

0 - Aceptar
1 - Aceptar y cancelar
2 - Abortar, reintentar y omitir
3 - Sí, no y cancelar
4 - Sí y no
5 - Reintentar y cancelar

Iconos

16 - Error
32 - Advertencia
48 - Exclamación
64 - Información

Para establecer la combinación deseada, tenemos que seleccionar el número de la primera y sumarlo con el de la segunda. Por ejemplo, si queremos que el mensaje tenga los botones de Sí y no y que el icono sea el de error, agarraremos el 4 del primer listado y lo sumaremos por 16 del segundo, lo que nos dará 20. En cambio, si preferimos usar Abortar, reintentar y omitir y poner el icono de información, pues sumaremos 2 y 64, resultando en 66. En definitiva, dicho resultado es el que encajará dentro del código.

Además de lo anterior, es posible establecer otros parámetros. Aquí les coloqué lo sencillo.

  • En título va el texto que aparecerá en la barra de título. Es opcional, se puede no colocar y dejarse sin el (aunque la barra siempre estará).

Si desean que en un mismo archivo aparezca más de un cuadro de diálogo (tras accionar el primero y no al mismo tiempo), simplemente agregan una nueva línea y repiten el procedimiento.

Cuando tengamos el código finalizado, tendrán que guardarlo con el formato vbs. Si estás usando el bloc de notas, simplemente te diriges al menú Archivo > Guardar como. Le pones un nombre, agregándole la extensión .vbs al final, y estableces el tipo en "Todos los archivos".

 Cuando lo guardemos, nos quedará un archivo así. Solo tenemos que hacerle doble clic.

 

Veamos algunos ejemplos que podemos lograr, usando el anterior fragmento: 

 

msg=msgbox("Soy un error interesante",17,"¡Atención!")

 

msg=msgbox("No soy ningún error",64,"Info")

 

msg=msgbox("No tengo título",2)

 

msg=msgbox("¿Seguro que desea continuar?",51,"Programa")


Versión en video 

Hace un tiempo hice un video tutorial parecido en mi canal de YouTube. En esta ocasión, uso un sitio web para crear los mensajes de error. Te invito a que le des un vistazo :)
 



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Solucionar el problema del tiempo adelantado entre Windows y GNU/Linux

15 de julio de 2023

Si tienes Windows y Linux instalados en un mismo equipo, muy probablemente los tengas configurados mediante arranque dual, es decir, que al momento de encenderlo te permita seleccionar cuál de los dos vas a utilizar. Y es factible que luego de alternar entre uno y otro, se te haya generado algún inconveniente en el medio relacionado con la incompatibilidad. El más común de ellos, quizá, es el cambio inesperado del horario, que consiste en que el reloj mostrado por el sistema operativo esté desfasado unas cuantas horas.

¿Por qué se produce? Por la forma en la que ambos la manejan por defecto. Mientras que GNU/Linux hace uso del estándar UTC, Windows incorpora el formato local de manera predeterminada, implicando que cuando uno de ellos se apaga almacena estos datos usando el que tiene configurado. Por ende, al abrir el otro SO este no logre interpretar correctamente esa información, lo que terminará generando el inconveniente. Afortunadamente, es posible arregarlo de varias maneras.

Solucionarlo desde Windows

En Windows, primero tenemos que abrir el editor de registro, presionando las teclas Win y R, y escribiendo el comando regedit.

 


Una vez abierto, nos dirigimos a la ubicación HKEY_LOCAL_MACHINE\SYSTEM\CurrentControlSet\Control\TimeZoneInformation. Dentro creamos la siguiente clave de valor, haciendo clic derecho en el área blanca, Nuevo, y Valor de DWORD (32-bits).

Le colocamos el nombre de RealTimeIsUniversal con el valor 1, y aceptamos.              


Eso ya sería suficiente como para que los dos entornos usen el mismo formato, previniendo así este problema a futuro.              

Solución en GNU/Linux

Si queremos hacerlo del lado del pingüino, podemos hacer uso de la terminal. Tan solo hay que abrir una sesión con nuestro emulador preferido e ingresar el comando timedatectl set-local-rtc 1

Cabe aclarar que este funciona exclusivamente con cualquier distribución que tenga systemd. En caso que no lo uses, puedes probar con otro comando, sudo hwclock --localtime. Precisarás tener el paquete util-linux instalado (normalmente viene preinstalado) y contar con contraseña de superusuario.
 

Lo que hacen ambos es modificar el formato horario de UTC a la hora local, que como vimos, es el mismo que usa Windows. No caben dudas que estos casos son mucho más sencillos, ya que únicamente necesitamos entrar a la terminar e ingresar una única acción; aunque nunca está de más reiniciar y comprobar que se arregló definitivamente.

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